Una sesión de masaje tailandés aporta una sensación de mucho bienestar y armonía, y un contacto consciente y placentero con el cuerpo. Sus beneficios duran más allá de la sesión, es recomendable tomarlo como un proceso, con continuidad, para poder percibir y vivir sus beneficios, lo que lo convierte en una práctica terapeútica.
Las sesiones se orientan y adaptan a cada persona, a la edad y a las necesidades físicas y energéticas del momento. En cada sesión se abarca la totalidad del cuerpo. El masaje se recibe en futones y con el paciente cómodamente vestido.
Beneficios para quien lo recibe con regularidad: (tomado del libro de Plasencia)
- Incrementa la flexibilidad de la musculatura, los ligamentos, las fascias y los tendones.
- Mejora las condiciones de las articulaciones al segregar en ellas líquido sinovial
- Previene lesiones tendinosas y musculares
- Aumenta el fluido energético
- Disminuye el stress
- Mejora la circulación linfática y sanguínea
- Incrementa la capacidad respiratoria
- Favorece el buen funcionamiento de los órganos
- Equilibra y reestablece la fuerza vital que fluye por nuestro interior
- Estimula el potencial de autocuración
- Favorece la relajación física y mental
- Incrementa la conciencia corporal
Duración de la sesión: 1 hora